miércoles, 16 de febrero de 2011

HORA 00:00

Llegó el momento, espero nerviosa en el piso vacío la llegada de los operarios para hacerles la entrega de las llaves. Ellos se toman este ritual con indiferencia, como si nada, acostumbrados a este tipo de situaciones ya no les dan importancia. Pero para nosotros, salvando las distancias, hacer unas obras es como estar embarazados y  esperar a ver la cara que tendrá el bebé.
Ha salido al padre...


Esperamos ansiosos a que llegue la tarde para poder ver los resultados de la destrucción y aquí están...

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